La imagen de la lactancia es importante.
“Una imagen vale más que mil palabras” .
Esta es una frase de más de 100 años de vida que se usa en todos los idiomas. En ella se valora la importancia que tiene la imagen en la comunicación y trasmisión de ideas complejas.
Las imágenes se usan en las campañas de publicidad para elaborar elementos que incentivan la decisión de compra en el consumidor a partir de las percepciones visuales. También pueden inducir cambios en las actitudes y actividades de las personas.
En Navidad los anuncios nos muestran usuarias y usuarios de perfumes que nos llevan a la compra de esas marcas. Incluso la creación de un logo atractivo que se representa en todos los anuncios de la marca tienen su efecto en el uso de esos productos: El pajarito con el nido y el osito de peluche son claros ejemplos.
Cuando lo que tratamos de promover la lactancia materna es triste ver que aún no usamos imágenes que nos lleven a practicarla adecuadamente.
Desmoraliza constatar que en las presentaciones en congresos de pediatría y lactancia se ven imágenes de madres amamantando. en posiciones que, si se imitan, pueden llevar al fracaso de la lactancia porque inducen a un mal agarre al pecho.
Si una noticia de los beneficios de la leche materna se acompaña de una imagen que puede llevar al fracaso y a la frustración de quienes intentan amamantar a sus hijos, la sensación es de rabia.
Observación de la lactancia
La lactancia materna se dejó de observar de forma natural. Ocurrió cuando la promoción de la leche artificial con imágenes de mujeres y biberón fue lo único que se valoraba. Las mujeres dejaron de amamantar y las niñas y niños dejaron de ver una imagen natural. Esta se aprendía de forma simple pero eficaz trasmitiéndose de madres a hijas e hijos, y que luego podían replicar en su prole.
Antes del siglo XX, las madres aprendían de forma natural a dar el pecho, observando a otras madres a su alrededor. Pero con la promoción de la lactancia artificial, la imagen de la madre dando el biberón se hizo omnipresente, y los niños raramente pueden ver a una mujer dando el pecho.
Defendiendo la lactancia materna, quienes trabajamos en la promoción de la salud, deberíamos tener en cuenta estos aspectos de la publicidad y las frases que nos dejaron den herencia nuestros ancestros.
Hay documentos de la Autoridad sanitaria que idealizan la lactancia materna, pero incluyen imágenes de madres amamantando que no van a ayudarnos al imitarlas. Si las imitamos vamos a fracasar es un aspecto que deberíamos tener en cuenta. El escaso presupuesto que se asigna a la promoción de la lactancia no debería usarse de forma tan negativa.
En una campaña de prevención de accidentes no usaríamos imágenes de motoristas sin casco o de conductores sin cinturón. Tenemos que poner el mismo cuidado al elegir las imágenes usadas en la promoción de la lactancia.
Situación frecuente
El 85% de las madres que acuden a la consulta por frenillo lingual y anquiloglosia presentan una posición de agarre mejorable. El dolor que sienten se reduce a la mitad simplemente con el cambio en la posición y el agarre al pecho y mejora aún más, hasta desaparecer, tras la frenectomía.
Algunas mujeres declinan la intervención de la anquiloglosia tras el cambio de posición. En ocasiones vuelven para la intervención tras la primera mastitis o cuando el bebé tiene más de tres meses y el peso se estanca o incluso disminuye.
Si la ayuda a la lactancia se realiza adecuadamente, algunas anquiloglosias pueden pasar desapercibidas y pueden ocasionar problemas en edades posteriores.
Cuando vemos niños mayores con anquiloglosia, en su historia suele haber una lactancia dificultosa.
La imagen de la lactancia es importante. Va a eliminar una de las causas de mal agarre.
Imágenes mejorables:
Si la madre imita cualquiera de las posiciones anteriores, es probable que el bebé tenga dificultades para agarrarse al pecho y mamar eficazmente